Los ‘cuervos’ del Vaticano rondan al papa Francisco

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Para el papa argentino, el camino que ha tenido que recorrer desde que llegó hace cinco años a dirigir la Iglesia Católica no ha sido fácil. Ha tenido que sortear escándalos de pederastia y de corrupción al interior de los muros vaticanos, sumado a los esfuerzos de ciertos sectores conservadores por desacreditarlo y frustrar sus esfuerzos para sanear la institución.

Se abrió un nuevo capítulo en la serie de escándalos de pederastia en el seno de la Curia, que no dejan de sacudir los cimientos de la Iglesia Católica. Lo que resulta inédito es que se pida directamente la cabeza del papa Francisco, acusándolo de “encubridor” de abusos sexuales.

El nuevo escándalo estalló luego de una extensa y punzante carta de 11 páginas que hizo pública el arzobispo italiano ya retirado, Carlo María Viganó, en el que señala al papa argentino de conocer las actuaciones inmorales del excardenal estadounidense Joseph McCarrick desde 2013 y no hacer nada. Incluso va más allá, al pedir nada menos que abdique al trono de Pedro.

McCarrick fue acusado a fines de julio pasado de abuso sexual de niños y jóvenes seminaristas, por lo que el papa le prohibió ejercer su ministerio y prácticamente lo expulsó del Colegio Cardenalicio.

Lo que resulta obvio es que la polémica carta de Viganó, quien además fue nuncio apostólico en Estados Unidos entre 2011 y 2016, pretendía no solo menoscabar la imagen del papa latinoamericano, sino poner en tela de juicio su política de cero tolerancia contra los abusadores y sus encubridores dentro de la Iglesia.

Para nadie es un secreto que el sumo pontífice, desde que llegó en julio de 2013, ha cultivado enemistades dentro de los círculos vaticanos, especialmente el ala ultraconservadora debido a sus posiciones ideológicas, lo que ha hecho más difícil su trabajo como la piedra angular de la unidad de la Iglesia Católica.

Es más, se dice que en la actualidad se estaría librando una lucha soterrada entre el papa Francisco y el establishment vaticano.

Hernán Olano, doctor en Derecho Canónico y vaticanólogo, admite que hay rupturas que el papa identificó al instalar hace tres años el Sínodo de Obispos sobre la Familia y asegura que la carta es un ataque directo contra la figura del pontífice Jorge Bergoglio.

“Es un mensaje oscuro, sin ningún tipo de pruebas, intrigas en contra del papa Francisco emitido por los denominados cuervos del Vaticano”, dentro de los cuales se cuentan Viganó y el excardenal Theodore McCarrick, sostiene.

Para el experto en estos temas, la reacción del papa Francisco ha sido la adecuada, porque no debe entrar a desmentir una carta que no tiene pruebas.

“Lo que ocurre es que muchos de estos cuervos del Vaticano dicen que el papa ha puesto por encima de la moral, la misericordia y que lo que hay que tomar es cartas en el asunto, y que al no tomarlas, el papa eventualmente” está encubriendo este tipo de abuso “lo cual no es cierto”, subraya Olano.

Crisis actual

En ese contexto, Catalina Hernández Obregón, teóloga de la Universidad Javeriana de Bogotá, reconoce que la Iglesia está pasando por una crisis bastante compleja, lo cual, asegura, no deja de ser normal, porque es una institución antigua y que ha procurado hacer lo mejor posible.

Además, lamenta que la Iglesia haya desconocido la necesidad de ponerse al día en asuntos importantes hoy, como celibato, aborto, homosexualidad y divorcio.

Opina que Francisco es la coyuntura en esta crisis, e intenta establecer un modelo de Iglesia a partir de su forma de concebirla, descarta una teoría de conspiración señalando que es innegable que los casos de abusos son reales, hacen daño a la imagen de la Iglesia y el papa le está poniendo la cara a los problemas y ha decidido atacarlos sin los ojos vendados.

Desde su óptica, los escándalos seguirán sacudiendo a la Iglesia, ya que no es la primera crisis que enfrenta una institución que ha sobrevivido 2.000 años, con papas con hijos, escándalos sexuales, corrupción y pugnas de poder.

Así las cosas, en algún momento el papa Francisco deberá dar la pelea a los ‘cuervos’ que vuelan bajo y a la sombra.

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