La costumbre de rechinar o apretar los dientes de manera inconsciente, principalmente mientras se duerme, conocido como bruxismo, está relacionada con sufrir de migrañas continuas y es actualmente una de las causas más frecuentes en las consultas odontológicas.
Este padecimiento, considerado una consecuencia del estrés o la ansiedad que pueden provocar serias lesiones en los dientes y la mandíbula, es una de las causas de la migraña por la tensión constante que se genera en los músculos de la mandíbula.
Una persona con bruxismo puede hacerlo cuatro horas, preferentemente durante la noche.
“La presión inconsciente que ejerce la persona en la mandíbula hace que los músculos de la zona no se relajen, contrayendo demasiado los músculos del cuello, desencadenando dolores más severos como el de la migraña” comentó el doctor Christian Salazar, especialista en cosmética dental y rehabilitación oral.
Y aunque la migraña es una de las consecuencias más severas, hay otras secuelas como los traumas dentales, el desgate y aflojamiento de los dientes, la sensibilidad generalizada en la boca, la pérdida de dientes o la presencia de espasmos en los músculos del cuello que llega a sufrir una persona con bruxismo.
De acuerdo con Salazar, el bruxismo es una enfermedad que no tiene cura, pero sí cuenta con algunos tratamientos que ayudan a sobrellevarla y a minimizar sus consecuencias, como el uso de la toxina botulínica en los músculos de la mandíbula.
“Esta sustancia ayuda a relajar dichos músculos y de esta manera minimiza los efectos que genera la contracción muscular generada por el bruxismo”, explica el especialista.
Otros tratamientos como la ortodoncia también pueden contribuir al mejoramiento de la condición del bruxismo, pues ayuda a la relación de los dientes entre sí.
Así mismo, el uso de placas es útil para disminuir el desgaste dental y la masticación constante para evitar que aprieten los dientes, para este caso se recomienda el masticar chicles sin azúcar.
También los niños
Este padecimiento también afecta a los niños y en estos casos, puede ser por motivos de crecimiento, el cambio de dientes, o la presencia de parásitos.
El especialista recomienda que “en el caso de niños con bruxismo es necesario primero ir con el pediatra para descartar causas ajenas a la salud bucal y después remitirse al odontólogo para tratar la enfermedad”.
Algunas causas
En la actualidad los especialistas difieren sobre las causas que originan el bruxismo, aunque apuntan al estrés como el principal desencadenante. Sin embargo, además del estrés existen otros factores que pueden contribuir a su aparición:
- El tipo de alimentación que sigue el paciente.
- Los hábitos del sueño.
- La postura.
- La alineación de los dientes.
- La incapacidad para relajarse.
Los especialistas señalan que cada caso es diferente y, por tanto, las causas pueden diferir en cada situación.
